Estamos muy acostumbrados a comportarnos de manera muy racional.
La locura suele asociarse a momentos en los que todos los pensamientos se vuelven muy irracionales y son difíciles de controlar.
Sin embargo, hasta cierto punto todos somos irracionales y percibimos la realidad a través de sesgos.
La locura puede ser entendida como una manera de vivir la vida que va más allá de lo convencional.